Ya soy otra cosa…

Ya soy otra cosa…

Por Julio L. Andino Ortiz

Si me exigiese algo más,

sería tu sonrisa…

Ya fui cosa sórdida,

irreparable,

alimenté ideas ajenas,

tan mías como quise que fuesen,

y luego me abandoné,

olvidé todo,

le temí a todo,

lo callé todo.

Ya fui costumbre,

de siempre se acercaron los modos,

tan extraños como quise que fuesen,

y luego un poco sordo deseé,

y un poco angustiado me arruiné.

Ya fui costumbre,

de manos,

de ojos,

de labios,

costumbre de frío

y de inercia de pasos

sin recorrer camino.

Ya fui esperanza de alguna madrugada,

de algún rocío se adueñaron

mis pupilas ennegrecidas,

de algún trino se hicieron eco mis latidos,

me desperdicié aturdido,

horrorizado por la ternura,

y prosperó la amargura.

Ya fui mirada en tus ojos,

ahora,

voy retumbando,

tres puntos suspensivos

con capacidad de suspender todo lo escrito…

Prosigo,

ya fui rostro perdido entre multitudes,

cosa sórdida que no tuvo a dónde ir,

costumbre de lengua mordida,

esperanza en elegía,

mirada sin domicilio,

tropiezo en anhelo.

Ahora ya no sé,

ya soy otra cosa.